La comercialización es una de las actividades clave dentro de la cadena eléctrica colombiana. Representa el punto de contacto entre la energía generada y el consumidor final, y está regulada para garantizar transparencia, libre elección y calidad del servicio. Su importancia es estratégica: de ella depende no solo el suministro confiable, sino también la experiencia de usuario, los beneficios asociados y el desarrollo de nuevas soluciones energéticas.

El comercializador no solo actúa como intermediario, sino como un gestor de valor. Entre otras funciones, se encarga de estructurar portafolios de compra, definir tarifas, emitir facturación, atender requerimientos de los usuarios y ofrecer soluciones energéticas complementarias.
Libre elección y competencia
En Colombia, los usuarios tienen el derecho de elegir su comercializador. Este principio, establecido en la regulación de la CREG, promueve la competencia entre agentes y ha abierto espacio para nuevos modelos de atención, innovación y servicios diferenciados.
Los comercializadores compiten no solo por precio, sino por el valor agregado que ofrecen:
- Estabilidad tarifaria
- Canales de atención directa
- Herramientas tecnológicas para controlar el consumo
- Soluciones en eficiencia energética
- Respaldo en casos de emergencia
Participación en proyectos de energías renovables
Tipos de usuarios y contratos
Dependiendo del consumo, los usuarios se clasifican en dos mercados:
- Regulado: aplica para hogares y pequeños comercios (menores a 55 MWh/mes). Las tarifas son fijadas por la CREG.
- No regulado: aplica para grandes consumidores. Las condiciones comerciales —precio, duración, volumen— se negocian libremente entre el usuario y el comercializador.
Esta segmentación permite flexibilidad en la oferta y habilita a los comercializadores a construir estrategias de compra y venta alineadas con las necesidades específicas de sus clientes.
¿Cómo acceden los comercializadores a la energía?
Los comercializadores compran energía en el mercado mayorista a través de distintos mecanismos:
- Contratos bilaterales: acuerdos directos con generadores u otros comercializadores.
- Bolsa de energía: mercado spot donde se compra hora a hora.
- Convocatorias públicas (SICEP): para atender usuarios regulados, bajo lineamientos establecidos.
Esta diversidad de herramientas permite construir un portafolio competitivo, mitigar riesgos y garantizar continuidad del suministro.
Comercializar es más que vender energía
Hoy en día, la comercialización va más allá de la transacción. Es una actividad que impulsa la eficiencia, promueve el cambio tecnológico y contribuye activamente a la transición energética.
Elegir un buen comercializador no solo influye en el costo del servicio, sino en el tipo de relación que se construye con la energía: una más consciente, eficiente y alineada con el futuro del sector.


